El cuartel de agua amarga

El cuartel de agua amarga sigue en pie, al borde de la carretera viendo los coches pasar, lo cierto es que cuando llegamos me decepciono un poco, había oído hablar a algunos fotógrafos acerca del patio interior y aprovechando que pasábamos por la puerta le dije a un amigo de entrar, pero fue un desastre total.

Fue un desastre por que fue todo un poco improvisado, cuando nos dispusimos a entrar descubrimos que por donde creímos que se entraba no se podía, porque había un desnivel demasiado alto como para entrar saltando, las puertas y ventana habían sido tapiadas así que por la puerta principal no se podía entrar… así que bordeamos el edificio y entonces en un lateral vimos una ventana sin tapiar.

Al dirigirnos a la ventana me pegue un enganchón con un alambre y se me rompió el pantalón L

Pero la racha de mala suerte no termino hay, al entrar por la ventana se me rompió una de las chanclas L (si chanclas, solo se me podía ocurrir explorar una casa abandonada en chanclas a mi)

Como os podéis imaginar la situación pantalón roto y chancla rota para gravarlo en video, lógicamente me toco ir con más de 1000 ojos para evitar cristales clavos o cualquier otro objeto punzante, pero por suerte el lugar esta inusualmente limpio. 

Al entrar por la venta salimos directamente al famoso patio interior, que a mí me recordaba a las películas del oeste, el lugar era muy simple, la planta baja se componía de una serie de habitaciones con chimenea, a mí me recordaba más a pequeñas cocinas. No había prácticamente nada, hace muchos años que el cuartel dejo de usarse, en una de las habitaciones encontremos la vivienda de un ocupa, que suponemos habitaba el lugar antes que enladrillaran la puerta principal.

Con mucho cuidado y casi sin poder andar  (y más teniendo en cuenta mi racha de mala suerte) subimos a la segunda planta, la segunda planta tenía unas vistas maravillosas del mar y desde la segunda planta se podía observar la actual vía de tren que pasa a unos 500 metros del cuartel.

La segunda planta también era muy simple, sorprendía encontrar los urinarios en la segunda planta (¿cada vez que alguien quería orinar tenía que subir al segundo piso?)

Cuando terminemos de explorar el cuartel nos acerquemos a la actual vía de tren que une alicante y Murcia y nos dirigimos a un pequeño túnel subterráneo abandonado situado frente al cuartel,  afortunadamente no estaba tabicado completamente, pero a escasos metros de la boca del túnel, el túnel se había hundido y no se podía explorar.