viernes, 10 de mayo de 2013

Las Minas en Marte




Adentrarse en este lugar, es como viajar a otro mundo, surcado de montañas amarillas y rojas, por un rato puedes fantasear de que te encuentras en marte y mientras tanto justo debajo de nuestros pies, en las entrañas de la tierra se encuentran las mas de 200 minas y galerías a las que se accede por una serie de pozos de los cuales en algunos casos alcanzan hasta mas de 200 metros de profundidad.
Nada más adentrarte en estos paisajes te asalta un fuerte olor a azufre y a sulfuros que durante toda la visita te acompañara y que hace difícil oler nada más y es precisamente por culpa de los sulfuros del terreno, que encontramos muy poca vegetación, lo que contribuye a darle más apariencia de paisaje marciano.
Mientras nos vamos adentrando en este lugar, sorteando grietas erosionadas por el agua, van apareciendo los primeros pozos de acceso a las minas



Se sabe que las minas ya estaban en funcionamiento en  época romana, pero cuando realmente alcanzaron su apogeo fue a finales del siglo XIX, este apogeo fue debido a la instalación en el lugar de dos importantes compañías mineras que re-explotaron las minas Romanas. Pero hacia el año 1960 la actividad en la mina cesó definitivamente, desde entonces se han intentado reabrir pero las continuas inundaciones y los gases han dificultado la reapertura.
Castillete «No te escaparás» uno de los únicos 
que se conservan en perfecto estado 
En el complejo de las minas hay que resaltar dos enormes lagos, que se forman con la lluvia de color rojo intenso (estos lagos no están siempre, cuando yo fui solo quedaba uno a la mitad) el motivo de este intenso rojo sangre de los lagos se debe al ácido que se produce con la oxidación de la pirita, para ver estos lagos hay que ir después de días lluviosos. pero estos lagos contienen ácido sulfúrico por lo que no recomiendo el baño :) 
Las minas son principalmente subterráneas y se conocen pozos y galerías que alcanzan profundidades de 500 metros a las que se accedía mediante jaulas movidas por ascensores o castilletes. 
Asomarte a estos pozos es realmente terrorífico, son realmente inquietantes, no puedes ver su fondo y la oscuridad lo cubre todo, de su interior surge un murmullo que te pone los pelos de punta, muchas veces te ves sorprendido por bandadas de palomas que anidan en el interior de los pozos y te dan algún que otro susto de muerte al asomarte al interior, probamos a tirar varias piedras al interior de los pozos y en ocasiones tardabas bastante en escuchar la roca llegar al fondo, en otras ocasiones  escuchabas como caían sobre agua, esto es debido a que las galerías se encuentran en muchos casos por debajo del nivel del mar.
Aunque los pozos están bien señalizados y rodeados de un pequeño muro, pueden ser un tanto peligrosos debido a derrumbes en estos muros, lo que posibilita la caída al interior de los mismos, por lo que no nos acercaremos mucho, no me gustaría estar en el pellejo de alguien que se precipitara al interior.

A saber que misterios se esconden allí abajo, donde antaño se extraía mayoritariamente: plata, zinc, plomo, hierro, galena, blenda, pirita y alumbre, se sabe que en época romana en estos pozos trabajaban esclavos unidos con cadenas y argollas que se ceñían a sus tobillos, en excavaciones recientes se han encontrado cráneos y varios huesos humanos dentro de las galerías mas antiguas.
Si nos olvidamos de estos pozos y paseamos por la superficie nos encontramos ante un paisaje pos-apocalíptico lleno de edificios derruidos que son un auténtico tesoro arqueológico industrial.
Nos topamos con castilletes, chimeneas, edificios de oficinas, etc.…  

Aún quedan restos de la fábrica de alumbres y almagra que se considera única en España.
cuidadito de donde dejamos el coche