Tras un serpenteante camino de tierra y medio derruida se encuentra la vieja piscifactoría, sus piscinas exteriores se encuentran ya vacías y sin vida, antaño esas pequeñas valsas estarían repletas de mariscos o peces. Algunas de sus balsas exteriores se encuentran ocultas entre los matorrales de la zona y otras simplemente han desaparecido debajo de las aguas de las salinas cercanas.
En su interior aún se conserva una vieja chaqueta que alguien olvido y que el tiempo a descolorido, en la parte más alejada del interior de la casa se encuentra un viejo patio techado con uralita donde aún hay una vieja balsa aun con agua y rodeada de estanterías con productos químicos cubiertos por el polvo.
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